La historia de Raúl: De Sedentario a Corredor

Esta es la historia de un buen amigo de varios de nosotros, no es un Kalamero («de momento»), pero hemos compartido aventuras y experiencias varias…. Su historia es digna de conocer y en ella reune muchos de los valores y cimientos que en Kalamos defendemos.

Ahi va….

Cómo empezar, por dónde empezar, cómo resumir mi afición por el deporte… Bien, todo empezó en el 2003. Hasta ese día no hacía más que beber, fumar, salir de fiesta todos los días, trasnochar, sin otro alimento que pesadas hamburguesas, pizzas y diversa comida basura “all time” y por supuesto, todo esto practicando “deporte 0”. Pero un buen día (al menos ahora lo veo así) me hice un reconocimiento médico de esos que hacen en las empresas y… ¡puf! me dio todo mal: infecciones en la orina, transaminasas de Guinness, colesterol a tope, piedras en el riñón… ¡vamos!, ¡lo que se dice un cuadro médico nada envidiable!

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Y me dije: “Raúl, ¡tienes que cambiar de vida!”.

Dicho y hecho. De un día para otro me hice vegetariano, dejé el alcohol, los fritos, de salir de marcha, y lo más importante…me apunté a un “gym”. En menos de dos meses bajé de 92 kg a 65…¡una pasada!…Así soy yo para bien o para mal…¡lo que digo lo cumplo! Aunque puede que en esta ocasión fuese un pelín radical…

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Y así fue como comencé con mi nueva rutina: todos los días “gym” a las 7 de la mañana, donde al final de cada entrenamiento me esperaba una reparadora sauna (no todo va a ser sufrir….). También mantuve mi palabra respecto a lo de ser vegetariano. No es que me dejasen de gustar los choricitos ni los entresijos…pero estaba decidido a cambiar y cuando yo decido algo…

Una de esas mañanas de “gym”, Olga Cañadas (mi Olguix), una chica que corría todos los días a mi lado en la cinta, me regaló un dorsal para la Media Maratón de Madrid en el 2008 y flipé: mi primera carrera ¡una Media Maratón! Pero ahí no quedó la cosa:

Quince días más tarde corrí el Maratón de Madrid y al mes una de 100 km… ¡impresionante!

Cada vez que lo recuerdo, me sorprendo de cómo la gente entrena durante un montón de tiempo para hacer una media y yo me lancé (quizá demasiado a lo loco) hasta llegar a hacer una de 100km. Recuerdo que cuando la acabamos Olguix me dijo: “Ruli, podemos correr una de 10km el Domingo que viene”. Y yo le dije sorprendido: “pero…¿hay carreras de 10 km?… ¡Qué bueno!, ¡claro que sí Olguix!”

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Ya estaba sin remedio enganchado a las carreras. Entrenaba cada día de la semana, sin tregua, y un par de años después apareció en el “gym” Alberto (CID), el “Mákina”, también conocido como “la liebre de las Rozas”. Yo aún no lo sabía, pero ahí empezaría una nueva etapa…la de ponerme a prueba de verdad. Con él he tenido el honor de correr muchas carreras y gracias a él he hecho mis mejores tiempos. ¡Vamos!, que en una Media hicimos 1:27…para mí una pasada. A partir de entonces corro todo lo que me propongan: por la montaña, por la playa, de día, de noche, lloviendo, con sol… la verdad es que disfruto, me encanta correr y poner al límite el cuerpo. Las maratones son las carreras que más me gustan; la de los 100 kms la hago todos los años, no lo puedo remediar… me gustan las largas distancias…

Y poco a poco los acontecimientos iban indicándome cuál sería el paso siguiente. Me refiero al día en que Alberto me presentó a Me-Mata… un crack de las carreras, “born to run”, ¡un figura! Bueno, qué voy a contar de él que no sepáis…

El caso es que mientras corríamos me dijo:

“¿sabes Raul, cuando cumpla 50 años, haré un Iron Man como recompensa a una vida dedicada al deporte”.

Y esas palabras se quedaron grabadas en mi cabeza… ¡Un IRON MAN!, ¡madre mía!, ¡eso son palabras mayores! Bueno, pues como soy por naturaleza impaciente, yo no podía esperar a mis 50 para probar de qué iba eso de hacer un “3 en 1” (Me-Mata que ya me había metido el gusanillo en el cuerpo) así que ni corto ni perezoso me apunté al famoso ECOTRIMAD M.D (Medio Iron Man). Un triatlón de media distancia en Madrid, perfecto. Ahora venía lo gracioso: ¿cómo diablos se entrena un MD?, ¿y qué tengo que tener aparte de zapatillas, una bici y un bañador?… La prueba era a principios de junio, así que me pareció lo más adecuado irme todo febrero a Nepal a hacerme una ruta a más de 4.000 m durante casi un mes. No estaba mal para empezar… Cuando volví a España me quedaban tres meses para entrenar las tres disciplinas. Y como sin bici era imposible prepararme para esta parte de la competición, compré una de segunda mano por 500 eurillos (gracias Pabote), la cual fue apodada por Me-Mata como “El Miura” .

Lo dicho, ¿cómo entrenarlo?…¡Muy fácil! Natación: son 1,900 m., ¡pues nado todos los días 2,500 m!, o sea, 100 largos en la piscina de 25 metros. Vale, esto está solucionado. Qué hacer con la parte de bici…pues me hago el camino de Santiago desde Roscenvalles a Santiago en 6 días y me muevo todos los días en bici por Madrid, haciéndome una media de casi 25km por día…¿Y para la carrera? La del Ecotrimad es Media Maratón…¡pues corro todos lo días 14 km y todos los Domingos una carrera!. Eso sí, antes del MD, hice por mi cuenta tres a mi bola.

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Llegó el día de la prueba… y me lo pasé pipa. Disfruté de mi primer Triatlón, me encantó y cuando llegué a meta me dije: ¡Puf! ¡estoy sobreentrenado, necesito más!… Y a los tres días me hice el camino de Santiago corriendo (a ratos) desde Roncesvalles, haciéndome una media de 55 km al día durante 15 días sin parar y con una mochila de 14 kilos. De nuevo, a pesar de los momentos duros, lo disfruté y fue una experiencia increíble…Creo que en el fondo me gusta sufrir…

El caso es que “a lo tonto” he llegado a correr Medias Maratones todos los Domingos durante un mes, maratones mes sí mes no, salidas de bici de 180 km… pero llega el momento de la verdad, de cumplir el reto que me planteé: hacerme un IRON MAN (¿verdad Me-mata?). Y en ello estoy. El 10 de mayo es el día, ya no hay marcha atrás. Me toca quitarme esa espinita.

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Así que llevo entrenado anárquicamente (lo de las tablas incomprensibles no va conmigo) desde enero. De nuevo me hice el camino de Santiago. Esta vez desde Madrid en 6 días (otro día os contaré la aventura de cruzar O´Cebreiro en bici con unos cuantos palmos de nieve, o lo podéis ver en el periódico de ese día), nado todos los días como mínimo 100 largos, y corro todas las maratones que puedo: la de Aranda de Duero, Málaga… Y en una de éstas, en la Maratón de Sevilla, el 23 de febrero, conocí al famoso “Tabletas”, ¡qué majo! Y va y me dice :

 -El 22 de marzo voy a hacer el Iberman, un Medio Iron Man”

-“¡Eh! ¡yo me apunto!, ¿es en Alemania?”

-“No, no…en Ayamonte”.

-¡Vale, vale!, ¡me apunto!, ¡qué bueno!, ¡más cerquita!

Así que cuando tocó hacerlo también lo disfruté, que es mi verdadera meta en cada carrera. Al fin y cabo, lo bonito de correr es disfrutarlo…al menos eso pienso yo.

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El caso es que desde entonces, he corrido unos cuantos Maratones y bastantes Medias junto con gente de Kalamos, sobre todo con Alberto, amigo y mentor que me dejó entrar en Lisboa con la bandera de Kalamos, ¡qué honor!

En fin, después de tanto tiempo me he dado cuenta de lo increíble que es comprobar cómo un cuerpo se puede moldear, cómo se puede entrenar y cómo se deja llevar al límite. Hasta hoy llevo justo 6 años marcándome metas, retos personales y locuras, que seguro para otros son tonterías o simplemente nunca lo harían. Siempre he oído esas palabras de que correr es de cobardes. Si eso es cierto, yo soy uno de los mayores cobardes que existen en este planeta Tierra. He “pateado” el Himalaya llegando a los pies del Everest y del Anapurna, he caminado por Tailandia, he recorrido Islandia en furgo (intercalando unos cuantos trekkings), he pasado por la Patagonia en busca de caminatas, he andado por el círculo polar ártico pasando mucho mucho frío, he conocido Japón viviendo un tornado muy de cerca (afortunadamente para mí decidió finalmente tomar otra ruta), he recorrido la India en busca de experiencias… he recorrido el Camino de Santiago 4 veces en tan sólo un año, he paseado por los Pirineos… ¡y tantas cosas quedan por hacer!

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La gente que me conoce dice que tengo que escribir un libro contando todas estas cosas, pero la verdad es que nunca me lo he planteado, quién sabe. Sólo sé que la vida son dos días y que uno esta pasando ya, ¿no?

Un famoso filósofo llamado Horacio, definió la vida con dos palabras: CARPE DIEM; cuyo significado es desde su punto de vista

“aprovechar el gozo de los placeres presentes porque la vida es breve y nos espera la muerte”.

Si todo lo que cuento aquí, os parece exagerado y queréis corroborarlo, aquí os dejo un link con mi blog, donde veréis todo esto que he contado y más. Cómo no, su nombre es CARPE DIEM. http://rottenhd.blogspot.com.es

 Gracias a Alberto, a “Me-Mata” y a FerRambo, de Kalamos, por haberme “adoptado” en tantas y tantas carreras como uno más. A Espi, mi mujer, por apoyarme siempre en todo y ser mi verdadera recompensa en cada reto que me planteo.

Nos vemos en cualquier carrera… yo seguro estaré por ahí.

Raúl.

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3 comentarios
    • Raul Concheso
      Raul Concheso Dice:

      Gracias Dani, tiempo al tiempo y acabaré en Kalamos seguro… pero de momento sigo por libre, no se que deparará la vida después del 10 de mayo y hacer el IRONCAT, descansaré de todo un par de meses y luego Dios dirá…
      Y muchas gracias por lo de un tio SENSATO… jajajajaja…
      Nos veremos en elguna carrera, seguro…

      Responder

Trackbacks y pingbacks

  1. […] alguien quiere conocer la historia de Raúl os recomiendo la crónica que nos regaló hace bien poquito y a continuación que lea su blog. Aunque parezca que hoy en día cualquiera hace un Ironman, cada […]

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